RESEÑA – SAW X

Saw es una saga de películas con una longevidad que muy pocas pueden presumir. Algunas buenas, algunas muy malas, pero todas con una personalidad que la caracteriza y las distinguen de otras del mismo género. Esta vez vuelve con una historia que refresca la franquicia.

John Kramer está de vuelta, en una historia situada entre la segunda y tercera película, en la que encontramos a nuestro protagonista lidiando contra su enfermedad, un cancer en el cerebro que le quitará la vida más pronto que tarde, sin embargo, se encuentra con un grupo de médicos que pueden curarlo y darle una nueva vida, pero un giro en el destino ocasionará que su vida se mantenga igual, ahora John deberá hacer pagar las consecuencias a los culpables en una de sus clásicas pruebas de los juegos del miedo.

Lo bueno: una historia que se siente como algo que la saga necesitaba, no continuar con lo que se había dejado al final, sino contarnos una pequeña trama de lo que vivió en un corto periodo de tiempo en sus últimos días es algo que recupera la esencia de la primera trilogía, que construye y desarrolla al personaje, se toma su tiempo para meternos en la atmósfera y al final llegamos a la cumbre de todo lo que se construyó.

Lo malo: ciertas inconsistencias en lo que se nos cuenta con lo que vemos, además de que los juegos no se sienten tan creativos como en ocasiones anteriores, aunado a las malas actuaciones de algunos personajes, hacen que te desconectes en momentos.

En conclusión: Una buena entrega, refrescante en cuanto a lo que habíamos visto en las últimas ocasiones, que toma buenas decisiones, que nos entrega situaciones que no pensábamos que veríamos en una película de Saw, tomando riesgos interesantes y que te hará pasar un buen rato de entretenimiento clásico de esta franquicia.